jueves, diciembre 01, 2005
NuEsTrA ObRa
A MiFeI lo habían encerrado otra vez en una blanca cárcel. Acababa de salir de la visita, me había sentado en un barcito a tomar una cerveza, a mirar a la gente pasar, a tomar fotos y a escribir esto.
Marionetas somos pero desconocemos al director de esta macabra y hermosa historia. Fuerzas extrañas nos unen y no me equivoco si aseguro que hemos dejado de ser individuos.
Asusta de todos modos que de pronto la función sea cancelada, apaguen las luces. Asusta que hagamos parte de un montaje que al finalizar desaparezca la magia.
No quiero pensar siquiera que al terminar nuestra misión de entretenimiento, después de ovaciones y aplausos, llantos y risas, seamos reducidos de nuevo, a muñecos de trapo olvidados en un depósito hasta que algún interesado nos tome, nos manipule en su obra a su antojo. Siempre recordaríamos la primera puesta en escena, así como a nuestros compañeros de reparto.
El Principito y MiFei sentenciados a recordarse por siempre: Maldición de un teatrero que preferiría entonces nunca nos hubiera obligado a compartir escenario...
Porque esa trama sería nuestra marca invisible, imborrable. Funciones de 3 a 5, ensayos de cinco minutos buscando la libertad de expresión. Los personajes no se olvidan, ni el vestuario, ni las luces, ni las locaciones, mucho menos los diálogos.
MiFei: No dejemos que el director apague las luces y borre nuestro encanto de actores.
No dejemos que nos aplaudan si no hemos llegado al final.
Que no rían a costa de nuestro drama, ni lloren con nuestra comedia.
¡Improvisemos! pero no dejemos que nuestra vocación se la robe la audiencia ignorante.
No malgastemos nuestro arte repitiendo un libreto.
No quememos los lugares. Ignoremos a quienes pretenden robarnos protagonismo.
Si hemos de montar otra obra, por favor, que sea perfecta, con el sentimiento y el pánico de la primera vez que nos tomamos de la mano.
Interpretemos a dos locos si queremos, pero actuemos mirándonos a los ojos, intoxicando el aire con nuestros delirios, purificando corazones de espectadores errados, contagiando de energía lo que toquemos.
Si acaso asesinan el teatro y nos vemos obligados a recordar aquellos días de gloria:
No regales tu arte,
No divulagues los secretos,
No creas en mercaderes del éxito,
No le cumplas a los magos del disfraz.
Acuérdate que tus estrellas saben reír.
MÁs vAiNaS...
- Anoche luego de postear algo, pude hablar con MiFei. Le agradezco las palabras que me ayudaron a levantarme hoy con otro semblante, con más optimismo, con esperanza...
La PeTiTe PrInCeSsE ::
10:15:00 a. m. ::
0 Se DeJaRoN ToCaR...
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