jueves, marzo 16, 2006

QuE PeNa eStA PeNa...

Que sí, que tengo pena.
Que tengo unas especies de lagunas mentales.
Que en mi cabeza está cada episodio pero todos están superpuestos.
Que no, que no recuerdo bien el orden de los acontecimientos.
Pues sí que conocí al hombre del chat que se ha convertido en la cabeza de toda una nueva categoría inexplicable como las otras. Ahí sí como que sólo yo me entiendo.

Salimos a tomar cervecita.
Desorganicé el cronograma para darme una ventiadita.

Desde el principio él me echó los perros, pero como tiene la fea costumbre de hablar siempre en tono de burla, no sabía yo sí de verdad estaba interesado.
Yo desde el principio ví que por ahí no era la cosa pero igual me cayó bien, así que seguimos hablando y hablando y tomando cerveza.

El licor que nunca ha sido realmente mi amigo, se me empezó
a subir a la cabeza y empujó la líbido a niveles insospechados.
Ahí empiezan las lagunas y las imágenes vuelven cuando caminabamos hacia su casa para sacar plata y llegar a un lugar, digamos, menos público.
En la mitad del trayecto me dió un beso. Y todo me empezó a dar vueltas de una manera loca y mi cuerpo empezó a descompensarse y ya sólo quería vomitar, pero también quería llegar al lugar menos público y hacer lo que teníamos planedo hacer.

Le dije que estaba maluca que le regalaba la mitad de la segunda cerveza.
Él paró en un arbolito a orinar y mientras tato yo no sé por qué carajos, tomé el celular y llamé a MiFeI. Me devolvió la llamada, le dije lo que estaba pasando, le dije que lo quería mucho, me dijo que me cuidara, que también me quería mucho...creo, sólo creo, que me dijo que me amaba.

LLegamos a la casa del man. Para colmo él había dejado las llaves así que tocó la puerta y abrió el
papá. Ay Dios!!! Con lo mal que me va a mí con los papas. Por eso es que prefiero los manes que viven solos.

Me quedé sentada en el murito, con unas ganas de vomitar detestables y queriendo todavía lo otro.

Me dió un vaso con agua. Intentó besarme pero en serio que el mundo no se detenía. Me montó la pierna encima de él y justo ahí en ese momento, apareció la mamá. Yo no sabía donde meterme. 1:00am y yo encima de su hijo en la puerta de su casa, en su territorio. Le preguntó para donde iba no muy contenta, le dijo que cerrara la puerta bla, blaa, blaaaaa, oa, oaaaa, oaaaaaa....
Y es que yo ningún momento bajé la pierna. Creo incluso que recosté la cabeza sobre el hombro de su hijo. Quedé como la más slot del mundo. No sé por qué carajos pensé que iba a ser peor si bajaba la pierna de improviso porque ella iba a pensar que estabamos haciendo algo más....TontA.

Después de eso, las ganas de vomitar se acrecentaron y no deseaba vomitar delante de él.Decidí que
lo mejor era irme para mi casa. él insistió en acompañarme. Buscó acercarse en el taxi pero en serio que no podía, me sentía demasiado mal. Me preguntó si podía invitarme a salir este fin de
semana, yo le dije que no sabía y él me dijo que eso parecía una negativa. Pero no lo era, tan sólo no quería hablar, ni pensar, y me sentía demasiado apenada por todo y sólo quería estar abrazada al sanitario. Se bajó en mi casa. Me dijo que me quería volver a ver, o eso creo, ya ni me acuerdo, y yo creo que se sintió rechazado, y esa no era mi intención. Y no sé que le voy a decir cuando hable con él porque si quiero disculparme.

Le conté a S. todo lo que pasó y no podía de la risa. En la parte de la mamá se río demasiado,
sobretodo por mi brillante idea de quedarme montadota encima del man. Me dijo que sí, que había quedado como toda una.

MiFeI no entendía por qué no había terminado con el man haciendo lo planeado. Supongo que con la
llamada, pensó que su recuerdo había tenido algo que ver. Pero no señor para nada: Todavía me estoy preguntando para qué lo llamé.

Llegué directo al baño. Abrazando el sanitario en vez de estar en los brazos de alguien. Vomité
mucho, demasiado. Temblé. Me acosté a dormir con mi hermanita, porque cuando me da eso en serio que lo mejor es un cuerpo al lado. Los mimos me ayudan a conciliar el sueño.

Me levanté para clase
de 8. En el bus, no sabía si cerrar los ojos, vomitar al del lado, bajarme del bus, abrir la ventana, respirar profundo. Además temblaba mucho, tenía mucho frío. Como pude estuve en clase organizando todo lo de la exposición.

Y sólo ahora he tenido tiempo de pensar en lo ocurrido y la
pena se mantiene, es lo único claro.

La PeTiTe PrInCeSsE :: 4:55:00 p. m. :: 2 Se DeJaRoN ToCaR...

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