viernes, diciembre 09, 2005

Y LoS SuEñOs sóLo sUeÑoS SoN...

Tengo cajas llenas de cosas que son mis recuerdos. A veces es un privilegio tener mala memoria y eludir al corazón.
Pero hay días en los que esas cajas me invitan a abrirlas y como una caja de Pandora, dejan libres muchos personajes y momentos que aunque no esten presentes todo el tiempo hacen parte de mi.

Hoy abrí esas cajas y me encontré con los mensajes que D. me mandaba, mensajes hermosos, que me hicieron llorar, que me recordaron la alegría que por unos meses él me regaló. Son pequeños mensajes en los que me decía que me quería, que me extrañaba, que era un placer haberme conocido, que no quería dejar pasar de largo a una persona tan bonita como yo aunque al final sólo existiese una amistad. Pero los acontecimientos posteriores desterraron para siempre esa última posiblidad, supongo que además borraron las palabras y pensamientos bonitos que tenía para mí.

Yo todavía puedo verlo abstraído en su mundo de juguete, encarnando héroes que enfrentan dragones.Puedo verlo tras el lente capturando momentos, encapsulando rostros hermosos... enamorado eterno de las imágenes de su vida, más que de los lugares y personas.
A veces puedo dibujar sus labios. Si recuerdo sus ojos lloro...procuro no hacerlo.
Puedo verlo caminando desprevenido, lento, perdido en la música, cargando a su espalda sus sueños rojos.
Puedo verlo sonriendo y reconocería sus expresiones si alguien me pidiera hacerlo.
Puedo verlo sentado ante un árbol cervecero.
Puedo verlo en sueños, como anoche:

"A lo lejos su cabeza despoblada, media de ron, una copa...
Era verlo después de tantos meses, fiel a mi recuerdo.
Un beso seco en la mejilla fue el preámbulo de eternos segundos de incomodidad.
No sabíamos qué, ni cómo decirlo.
Había tristeza en sus palabras, un temor al verme de nuevo, un dolor que no podía ser ahogado por el alochol.
Intentó desahogarse, sacó sus penas acosado por las lagrimas, se inclinó en la silla.
Le pregunté por qué bebía solo, le pregunté por su novia (esperaba oír de sus labios que la relación había llegado a su término). Respondió que ella se encontraba en sesión de belleza y que el amor era una constante entre ambos.
De todos modos sentí alegría de saber que seguía felizmente acompañado.
En cuanto tuve la oportunidad, le dije que yo nunca intenté escarbar en su vida, ni mucho menos averiguar la idéntidad de su compañera, de la cual desconocía su existencia hasta ese fatídico día en el que mis corazonadas adoptaron un rostro, un nombre. Que todo había sido un cruel jueguito de algún dios que se ensañó conmigo, un dios que además me había dotado con un sexto sentido que me asombraba con su agudeza.
No sé de que más hablamos, ni cómo nos acercamos lo suficiente como para concluir con un beso"

Y es que a la novia de D. la conocí por casualidad.
Me metí una vez a una página de muchos colombianos y al ver el icono de la nena yo entré en shock.
Llame a mi hermanita y le dije:

"esta nena esta saliendo con D..."

Hasta el momento yo nisiquiera sabia si se conocían pero yo empece a sudar y a llorar como loca.
Ella me contactó una vez, me dijo que hablaramos por el msn y yo trate de olvidarme del asunto porque me sentía como una nena empeliculada de las que nunca he sido.
Una vez me conecté y ella apareció con este nick:

"i'm extremely happy because i met you"

A mi se me subió todo, temblaba (como lo hago ahora mientras reproduzco la escena y lo peor es que no tengo cigarros).
No me quería quedar con la duda, pero debi hacerlo. Empecé a sacarle información (como quien no quiere la cosa).
Supe que estaba felíz por su nuevo novio y ese novio era D.
Nada más que preguntar y en condiciones normales debi terminar la conversacion y dejar que todo pasara pero ahí empiezó la parte más patética de la conversación.
Obviamente ella le contó a D. quien desde ese día no quiso volver a verme, ni a hablarme y ya empiezo a perder las ilusiones de poder explicarle lo que pasó, aunque no me crea, sólo por descargar este peso que ya llevo más de un año a cuestas.

Yo sigo cuestionando a la vida, preguntándole por qué ayer, por qué no hoy, por qué carajos regalarme ese amor cuando mi vida estaba opacada por mis demonios, por qué empujarme a la lucha del olvido cuando debía pelear también contra la depresión.

Todos los días me pregunto si en este pueblo con ínfulas de ciudad llegaré a encontrarmelo algun día, si me ignorará o me saludará, o si alguna vez tendre el privilegio de ser lo que nunca quise dejar de ser: su amiga.

MáS VaInAs...

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La PeTiTe PrInCeSsE :: 7:15:00 p. m. :: 3 Se DeJaRoN ToCaR...

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