domingo, febrero 05, 2006
5,4,3,2...
Escrito en el 2005...No recuerdo el mes, mucho menos el día.
Y todavía amo a MeDeLlíN...
¡Eres increíble Medellín!
¿Finjo una sonrisa o son suficientes mis lagrimas?
Eres tan cobarde que para evitar un contra ataque no me revelas si tu conteo lo mides en segundos, minutos, días, noches, meses o años. Estas a punto de lograr tu objetivo: mi genio pende de un hilo; ya roza la locura.
Profanaste su santuario en nombre de la medicina, destrozaste sus libros de arte, revolcaste sus pertenencias en busca de pruebas inexistentes.
No te atreviste a tocar el altar de Shiva porque temiste represalias por parte de un Dios del que desconoces todo: ¡Que pesada sotana cubre tu cuerpo demoníaco!
Esa fe ciega en otros mundos y otros seres te impide ver los pecados que cometes en este reino contra los humanos que ningún crimen han cometido aparte de amarte hasta la muerte.
Por ese erróneo concepto de fe no tocaste esas hierbas malditas, ofrenda de un enfermo mental. De otro modo lo tendrías pudriéndose en una de tus cárceles por posesión de alucinógenos.
Medellín eres tan astuta que entre tus engranajes no se a quien culpar.
Me debato entre la siquiatría, las clínicas mentales, los políticos, los policías, el sexo, la marihuana, el dinero, la miopía crónica, los claustros educativos, la mente, nosotros mismos...Juegas conmigo y por más amor, eso es algo que no se si podré perdonarte.
Me he rehusado a dejarte porque deseo abandonarte estando en paz contigo, pero empiezo a convencerme de que prolongar mi huida ha sido sólo darte más tiempo para que me reveles una a una tus cochinadas.
¿Qué pretendes?
¿Acaso me das razones para alejarme?
¿Acaso no soy digna de tus suelos y tus cielos?.
Acuérdate que yo sólo buscaba reposo, que no había abandonado el fusil, que estaba dispuesta a salir con el cargado para continuar la lucha.
Decidiste poner en el camino a mi genio,
me empujaste a tomar la decisión de ayudarlo aún sabiendo que mi piel y mi vida podrían quedarse en la alambrada.
Me reclutaste en una guerra pero olvidaste develarme el nombre del enemigo.
Desde entonces he peleado a ciegas, buscando únicamente la libertad de ese hombre al que la razón le ha robado el alma.
Había esperanzas cuando dentro de sus complejas analogías lograba desvestir a la cordura, pero empezaste a jugar sucio, a atacarme y a defenderme.
A veces pareces aliada con dioses celestiales o infernales.
Comenzaste por formar un equipo poderoso, inmiscuiste al cuerpo, al alma y al corazón, empezaste a confundir a mi genio. Ahora los brazos de la demencia cubren el cuerpo de mi genio.
¿Qué pretendías que hiciera?
Ya no sé si de verdad deseabas que lo salvara o me querías dejar como una simple espectadora de su sufrimiento.
Y es que yo no tengo contratos ni contactos en tus altas esferas, mi edad, mi estatura y mi delgadez extrema no le permiten a tus encargados ver la sabiduría ni la inteligencia que tus intrincados jeroglíficos me han entregado.
Si tu propósito era verme salir más fuerte lo has conseguido.
Pero el costo: ¿no te parece demasiado alto?.
Has destruido su vida, has aniquilado a una mente brillante.
Pareciera que no te cansas de condenar a los sabios al rechazo, al suicidio, al asesinato y a las cárceles.
No encuentro cual es el sentido de repetir una y otra vez tus errores.
¡Ah Medellín me das naúseas!
¿Sabías acaso que ella se encuentra desaparecida?
Dirás que es la ley de la vida: ¡Qué más da una puta más o una puta menos!
No se te olvide vieja farisea que esa puta tenía alma.
¿Estas satisfecha con haber vendido ese pequeño terreno de espíritu?
¿Es todo ese oro el precio justo por tu alma?
No me respondas porque intentarás hacerlo con las mismas teorías sacadas de libros empolvados, con las que sobornaste a mi genio.
Por eso no fue posible que él entendiera que no me interesaba su cuerpo, ni sus contorsiones, ni los títulos, ni un padre, quizás ni un amigo.
Es apenas normal que cuando por primera vez después de treinta y dos años de abusos, aparecía en su camino una persona que no buscaba nada de él,
se sintiera confundido,
más solo que nunca y cansado,
declinara ante las propuestas de la locura.
Espera un momento Medellín... No he terminado.
De hecho creo haber descifrado tu juego.
Te haré una última pregunta a la cual se tienes respuesta porque eres una beata rezandera:
¿A que edad fue Cristo colgado en la cruz?...¿33?.
Entonces el día doce de julio del presente año intentaras crucificar a mi genio en el día de su cumpleaños.
La PeTiTe PrInCeSsE ::
12:06:00 p. m. ::
0 Se DeJaRoN ToCaR...
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